Consiste en la infiltración de la toxina botulínica, mediante una aguja muy pequeña en el músculo de la zona que se desea tratar, produciendo su relajación e inhibiendo el movimiento del mismo.
Es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro organismo, puesto que forma parte de numerosos tejidos y órganos de nuestro cuerpo como los cartílagos o la propia piel.